martes, 22 de julio de 2014

¿ QUE ES LO QUE EL ESTADO OCULTA SOBRE ETA ?

       Por Beniezu      


      Habiendo sido el propio Estado español, por causa de sus carencias democráticas (el Estado persiste negando  cerrilmente el derecho a la autodeterminación nacional de los pueblos) el que está impidiendo el ejercicio de unas  libertades básicas el que ha provocado y generado indirectamente la respuesta violenta. Una violencia de respuesta que derivó en  principio en un conflicto armado, felizmente superado unilateralmente por ETA, pero no así por el Estado que aún persiste y se obceca en su postura inmovilista de negar  esos derechos a las nacionalidades periféricas del Estado y que en Euskal Herria, pese al cese de ETA,  persiste con sus formas violentas represivas y de imposición

            El Estado español, no solo ha despreciado considerar el cese de la actividad armada de ETA, como un paso positivo en pro de la paz y de la superación del Conflicto, sino que intenta por todos los medios y recursos de sus aparatos estatales, minimizar y boicotear la intención de ETA de desarmarse y disolverse como organización armada y paradójicamente el Estado y sus acólitos pretende hacer creer a la ciudadanía de que es ETA la que no quiere hacerlo.

               Y así se está dando la paradójica situación de una ETA que ya ha evidenciado sobradamente su voluntad de abandonar las armas, ya son más de dos años y medio del alto el fuego, y por otra parte la actitud del Estado que pretende obstaculizar y negar esta intención, en pro de crear, aunque sea virtualmente, un escenario de Guerra Permanente, para eternizar el Conflicto..


              Los constantes comunicados con los que la organización armada, continua ratificando su voluntad pacificadora y el cese de toda actividad  armada y sobre todo su determinación de hacerla sin condición alguna, y el reciente video difundido sobre la inutilización de algunas armas de su arsenal ,ante verificadores internacionales, es una escenificación simbólica de la voluntad irreversible  de  desarmarse, aunque no encuentre en el Estado y sus testaferros   el más mínimo gesto de asumir los hechos   y obrar en consecuencia.

                  Que aunque en apariencia el Estado pretende que anhela la paz, pues no para de exigir a ETA la cantinela de que “se desarme y se disuelva”, no es  más que pura escenificación de una burda mentira y de propaganda mediática. Acusar a ETA de no dar pasos, para su “disolución y desarme” son frases huecas y sin racionalidad, pues no tiene sentido delegar en la otra parte toda la responsabilidad organizativa del desarme y la desmantelacion organizativa que sin duda acarreara no poca  complejidad para una organización clandestina y dispersada internacionalmente. Y sobretodo por el acoso policial constante al que la policía somete a ETA, que obviamente dificulta enormemente la operatividad logística que requeriría esta tarea. Acoso que, indudablemente está entorpeciendo la disolución voluntaria de ETA y que es paradójico que el Estado afirme desear  esta disolución.

            Otros ejemplos internacionales relativos al finiquito de organizaciones armadas contra poderes establecidos, siempre han estado precedidos de contactos previos entre las partes, sobre todo para hablar de aspectos organizativos y prácticos tales como; la hoja de ruta a seguir, logística, testigos, seguridad, acuerdos, y siempre bajo observadores internacionales etc.  Que a nuestros políticos  “estrategas” en contrainsurgencia parece que no va con ellos, simplemente porque no les interesa que ETA desaparezca del escenario político.

                Y ciertamente no va con ellos porque no tienen la más mínima intención de que ETA desaparezca de la escena   y sobre todo de los medios de intoxicación mediática. Pretenden que siga siendo la estrella mediática  permanente, personificando al  independentismo vasco como el símbolo  de la maldad personificada y de la “obligación” ( en realidad es su disculpa) que tiene el Estado en mantener su guardia represiva, con sus demenciales leyes antiterroristas contra todo tipo de movimientos cívico- independentistas y contra el “Todos son ETA” ,engendro jurídico del Juez Baltasar Garzón cuando trabajaba en la Audiencia Nacional, que por extensión supone pretender demonizar todo  tipo de movimientos democráticos independentistas vascos.

             Movimientos, que por cierto y de momento, ya aglutinan a la segunda fuerza política electoral en Euskal Herria, y en aumento, que junto al movimiento independentista catalán que se expande como una inundación por todo sus territorios. Se entiende el nerviosismo del Estado y la deriva que  está tomando con formas cada vez más agresivas. Formas que  son consustanciales a su ADN franquista prepotente y autoritario. Son  sus formas de hacer política, que desconoce el dialogo democrático y a autocritica, pero no por eso dejan de ser formas de actuar a la defensiva.

              Y esta expansión creciente de la conciencia nacional entre las naciones negadas y reprimidas de sus derechos, lo que de verdad inquieta al Estado y a sus testaferros. Y en Euskal Herria son las constantes referencias que  hacen  al tema de ETA, como  único discurso unionista,  sospechosamente coincidentes en la letanías de  que “entreguen  las armas y que pidan perdón”, incluso en la coyuntura actual, donde estos pedidos suenan a sarcasmo en el contexto de la apertura de los juicios contra los crímenes del franquismo sacando a la luz  sus horrendos crímenes impunes .Crímenes  que alcanzaron  el genocidio y que el Estado  pretende ocultar y dificultar su esclarecimiento, y no puede evitar que se  le acuse de“ Ver la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo”.

           Además  se les supone asesorados por la flor y nata de los servicios secretos“contraterroristas”de la CIA y de la OTAN y tras décadas de lucha con los independentistas vascos, desde 1959, cincuenta y cinco años parecen ser que no han sido suficientes años para haber caído en  la cuenta de que "A enemigo que huye, puente de plata", frase significativa e indicativa sobre quienes quieren o desprecian la paz, y que por supuesto quienes no la quieren, obviamente dinamitarían esos puentes.

                  Esta cita es de un personaje de la “España imperial” el “Gran Capitán” (1453-1515), que es de suponer que nuestros estrategas  de Madrid, le tendrán en gran estima y consideración imperial. Pero, como el lector habrá caído en la cuenta, evidentemente esta frase no les cuadraba aplicar en este caso, Porque a nuestros tardo imperialistas, “su enemigo ETA” no les interesa que “huya” y desaparezca de escena, lo quiere bien presente,  actualizado y situado en el terreno virtual que el Estado ha creado para sacarle réditos político

                                                           ETA un enemigo utilitario  

                En realidad  para el Estado español, ETA nunca ha  sido un enemigo convencional, incluso en su terminología mediática nunca lo ha considerado un enemigo “beligerante”,donde los combatientes enfrentados suelen tener el rango oficial de beligerancia que al final es una forma de reconocer al enemigo en cuestiones conceptuales , internacionales, legales etc. El  Estado español, primero el franquista y más tarde transferido a Monarquía neo franquista, desde el nacimiento de ETA jamás  han conferido a esta organización la categoría de beligerante  sino de “banda armada”.  Y en el terreno práctico militar el Estado siempre fue consciente que las acciones armadas de ETA siempre serian cosquillas para la integridad de sus estructuras político-militares. Sin ser un experto en estas cosas se entiende que la organización armada ETA  siempre seria una minúscula organización ante el Estado y que  jamás conseguiría derrotar militarmente al poderío del Estado español. Al margen de que pudieran conseguir algunas acciones espectaculares que además de crear dolor y sufrimiento, siempre negativos, no  transcenderían más allá del simbolismo y de mantener la llama de la  rebelión

            Porque en realidad cuando surgió ETA, corrían los años 60, la energía que impulso a sus fundadores (un minoritario e inquieto grupo de militantes de EGI de  la rama juvenil  del PNV) a empuñar las armas, contra el Estado franquista como una forma rebelde de retomar la de guerra de los batallones de gudaris contra el franquismo, ahora contra sus herederos. Fue su ardiente corazón patriótico y su desengaño por la inactividad y la pasividad de los ejecutivos  de su partido ante el hecho de estar sometidos a una cruel ocupación y dictadura, y  que alentados  por el ejemplo de las insurrecciones  populares de liberación nacional  de carácter anti colonialista y anti imperialistas de los años 60, en Argelia, Cuba, Vietnam etc. y sin  tener demasiado claro que estrategia insurreccional habría que aplicar en el caso  vasco. Solo fue puro impulso voluntarista y pura entrega a la causa nacional lo que les daba energía. No tenían la más remota idea de cómo habría que liberar el territorio nacional. Se luchaba y se avanzaba haciendo camino al andar, más bien su lucha era testimonial y de pura resistencia

            Y en este contexto, los estrategas del Estado eran muy conscientes de la debilidad,  esterilidad  más bien, de la lucha militar de ETA  en sus comienzos, independiente de que  sus acciones militares fuesen  más o menos  cruentas. En el periodo  franquista el Estado se  limitaba a una lucha de contrainsurgencia convencional, dar el máximo de golpes al enemigo y a sus infraestructuras de apoyo encajando  y minimizar los que este le asentaba. Sin pasarse demasiado en durezas represivas  pues en aquel  contexto histórico el Franquismo era consciente de su semi aislamiento internación y no podía agudizarlo con sus excesos en materia de orden público, pues temía que si sobrepasaba peligrarían sus relaciones internacionales.

            Y en cuanto a cómo era definida ETA con Franco, dada su prepotencia y desprecio por las formas de la democracia burguesa de sus vecinos europeos, jamás se preocupó de elaborar una retorcida teoría-explicativa-política sobre la naturaleza no-política de sus enemigos políticos armados, tal y como mas tarde harían sus herederos,  simplemente les denominaba  terroristas o banda armada , del mismo modo  que lo izo con las partidas de “maquis” de resistentes republicanos que pocos años atrás aun resistían por las montañas del Estado, y punto. Cosa que sus herederos neo franquistas si parece que estaban obligados hacerlo al incorporarse en la UE vestidos de demócratas   al menos presentar “alguna cosa” formal por eso de que el montaje de la “transición” les obligaba a guardar algunas de las  forma de la democracia burguesa!

            Y bien que lo han hecho, aunque chapucera y absurda basado en negar la existencia de la nación vasca como retorcido argumento para afirmar que nadie puede luchar con las armas  por una patria que “no existe”, quien lo hace es un “terrorista farsante “afirman, aunque, curiosamente nunca nos han explicado por qué esa lucha  empecinada duro más de cincuenta  años por causa de un “terrorismo sin sentido’’. Con esta infantil teoría, lo que el Estado ha pretendido siempre ha sido adaptar burdamente su discurso  a sus intereses políticos para mantener estable este Estado parido por los herederos de Franco. Y que por cierto, las llamadas “democracias burguesas europeas”miraron para el cielo silbando a la hora de conferir cual era  el grado democrático de su nuevo socio en la UniónEuropea. Parece que les fue suficiente que guardasen las formas  en el nuevo  escenario político decorado de democracia y tas la “boda” del neo franquismo con la democracia europea “la novia” disimulando sus modales cuartelaríos y cavernarios ahora solo debería guardar las formas para poder pasear en sociedad “civilizadamente “

             El “nuevo” Estado, era muy consciente de las  limitaciones estratégicas de ETA, aunque no le intereso divulgarlo sino todo lo contrario, pues pretendió sacarle provecho político al fenómeno del Conflicto y se dedicó con estruendo mediático para sobredimensionar y satanizar su naturaleza  presentándolo como un enemigo poderoso que dañaba y ponía en peligro  la “nueva democracia”  surgida de la “Transición". Con el fin promocionar a esta creando una imagen de victima de la intolerancia y del totalitarismo terrorista” con la finalidad de crear empatías entre una  población hambrienta de democracia tras   acabar de salir de la dictadura franquista.    Cuando la organización armada  actuaba, las víctimas y el dolor causado a sus allegados, al margen de la tragedia causada en  ellas y en las víctimas colaterales, el  Régimen recurría a ellas para hacer victimismo propio, para fortalecerse y hacer que el Estado adquiriese  carisma victimista a costa de las “maldades personificadas” en ETA y su recurrente  entorno del “todos son ETA”.

            Y lo supo hacer con una extraordinaria habilidad mediática invirtiendo y confundiendo radicalmente los términos del Conflicto enfrentado, hasta el extremo de que para un observador externo le parecía un enfrentamiento  desquiciado, donde cada parte enfrentada no parecía ser coherente  con su posición en la lucha, era como si seria en lugar de una guerra dos conflictos diferentes. Por una parte ETA en sus comunicados reivindicando sus acciones explicando que su objetivo era el Estado y su símbolo logia, policías, militares ,políticos etc., sujetos relacionados con el Estado español al que  acusaban de ocupar militarmente Euskal Herria y  de negar y reprimir las libertades a los vascos, es decir luchaban contra un Estado que negaba libertades. Y por otra parte el Estado y sus portavoces oficiosos, casi la totalidad de la maquinaria mediática, machacaban a la población en clave de “agresión a la democracia” por parte de unos desquiciados fanáticos terroristas, nazis, racistas, que odiaban a España etc. etc.  Ocultando y tergiversando radicalmente el autentico carácter político y  real del Conflicto.

              Toda una descomunal desquiciada y abominable campaña mediática, con la finalidad  de deslegitimizar y demonizar a lo que fue  ETA en aquella época, usándola como sibilino argumento y como señuelo para legitimar al Estado neo franquismo monárquico. Y que indudablemente incidió en muchísimos cerebros, no solo del pueblo llano sino entre  “ilustres intelectuales” y políticos de “izquierdas” dada su demoledora intensidad, y que  le vino muy bien a la naciente y flamante Monarquía neo franquista para asentarse como “Estado democrático”. Cosa que al día de hoy  las consecuencias de aquel lavado de cerebros colectivo, (el hecho de haber aceptado y encajado la “Transición” y el neo franquismo como democracia sin haberlo percibido) cuyas consecuencias político sociales entre la ciudadanía del infra Ebro es palpables en desorientación política. 
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           El Estado de victimario se transformó en víctima, un millón de veces repetido el tópico se convirtió en realidad. Se trataría pues, nos repetirían millones de veces de  una agresión terrorista a la democracia española para sublimar al Régimen como una democracia real. Y bien que lo consiguió, mezclado y manipulando hábilmente el dolor y los sentimientos de los familiares y amigos de las victimas para confundir y despertar el acercamiento empático hacia el Régimen. No le fue difícil hacerlo entre una población que ya previamente había sido domesticada por las efectivas terapias  del terror franquista durante cuarenta años. Dándose la paradoja de que este Estado tardofranquista, gracias a sus herramientas mediáticas que al  manipular el dolor  causado por el  conflicto, consiguió distorsionar de forma burda la realidad política conceptual.

              Desvirtuaron lo que siempre fue por parte del Estado franquista una actitud totalitaria que arrebato, suprimió y  negó a los vascos sus libertades y derechos (hechos ocurridos en la sublevación militar franquista de 1936) y por la parte vasca un guerra de respuesta tendente a recuperar esos derechos y libertades. Fue pues, por mucho que lo camufle de otra forma, una guerra de respuesta a una Guerra de agresión. Y aquellos “argumento” victismitas   proporcionaron  y  situaron al Estado en un terreno favorable para  la captación de  empatías de una considerable parte de la población hacia su propio Estado, que supo con astucia presentarse  como la personificación de la “nueva democracia” y como la victima del “Terrorismo” a la par que moldeaba una mediática imagen demoniaca sobre ETA que impacto sobradamente entre la población carpetovetónica. Supuso también un afianzamiento y legitimación del propio Régimen neo franquista entre la ciudadanía española  que quizás no se hubiese dado, al menos no tan intenso, sin  aquella calculada manipulación para crear empatías  hacia un presunto Estado democrático agredido por el “terrorismo totalitario”. Frase que podría ser antológica en la historia de las frases de la manipulación políticas

               Para el Estado, la organización armada ETA, al margen de otras consideraciones, fue y lo sigue siendo, una importante baza política argumental para el continuismo y el afianzamiento del Régimen. Régimen de indudable peculiaridad  surgido del Franquismo, que ya desde su nacimiento sus poderes facticos no han dejado de estar a la defensiva desde entonces. Trabajando denodadamente en la labor de pretender legitimarlo virtualmente a base de campañas mediáticas, fundaciones e ingentes inversiones en márquetin político en continuadas campañas mediáticas con el fin de adoctrinara la ciudadanía en las bondades de un Régimen Monárquico surgido del Franquismo”.

             Así se entiende la obstinación del Régimen por mantener virtualmente viva a ETA y en las circunstancias actuales donde esta ha decidido por voluntad propia finiquitar su actividad armada, el Estado ,disgustado y descolocado por este cambio de escenario, pretende hacer creer que nada ha cambiado y para ello  se ha creado su “propia ETA virtual”, que ya no atenta ni genera victimas  pero hará que ocupe constantemente su presencia virtual en los medios, utilizando a los presos políticos ensañándose con ellos para crear crispación entre la población vasca, deteniendo a fantasmales comandos de abogados, de solidarios de presuntos “terroristas” acusados de “enaltecimientos”etc . Para mantener una virtual y mediática Guerra Permanente en los territorios vascos. Y ese terreno amañado es el del “Terrorismo virtual”.

                                                   Terrorismo virtual

                 En realidad ETA para el Estado, además de ser una herramienta utilitaria a la que le ha sacado constante y permanente provecho político propio, nunca fue “el enemigo” principal ni el objetivo final a derrotar, el auténtico enemigo siempre ha sido el hecho INDEPENDENTISTA, el vértigo que les produce el hecho de  una “España rota”. Y esta posibilidad es más factible que nunca sin ETA y sin violencia y por medios democráticos exclusivamente comandada por la coalición EHBildu rondando la mayoría electoral. Y esta realidad les descoloca totalmente, les rompe todos sus esquemas contrainsurgentes antiterroristas, pues sin “terrorismo” se encuentran desnudos y desarmados, pues si asumirían este hecho, se supondría que el Estado estaría obligado a enfrentar los hechos de las demandas independentistas vascas,  de forma civilizada  y democrática, y en ese terreno están cojos y perdidos.
            Temen y mucho  cuando llegue ese momento  pues se van encontrar con una población mayoritaria  en Catalunya junto con la de Euskal Herria, exigiéndoles que hagan realidad su tan cacareada “democrática” Y este miedo a “desmembrar España”, en palabras de Franco, seria romper el eslabón más  débil de aquellos “atados y bien atados” valores que Franco les lego. “La Monarquía, El ejército, y la Unidad de España” roto  el mas débil, todo el chiringuito de la “Transición” se desmoronara como un castillo de naipes, bajo la “siniestra” sombra de la República como una pesadilla

              Y cuando ETA actuaba militarmente, en cierto modo comandaba la vanguardia del independentismo, era la referencia más conocida del hecho “separatista” vasco. La organización ETA cuando estuvo en plena actividad armada, para el Estado y sus estrategas de contrainsurgencia, era la vanguardia o el referente de las luchas en pro de la independencia vasca (aunque se cuidaba mucho de pregonarlo pues se saldría de su guion propagandista  de “meros terroristas porque si ”) y de ahí su obsesión en ligar a Batasuna con ETA  y  a las  organizaciones populares con el “Todo es ETA” Y cuando esta actividad armada termino, que lo fue gracias a una conjunción de reflexiones internas y externas, supuso también el fin del liderazgo de ETA como  vanguardia global de las luchas de liberación nacional en los campos de lo político y militar, para delegar  el testigo  ahora solo en lo puramente político, en las organizaciones civiles y democráticas vascas  que lo asumirían y suplantarían tácitamente  las herramientas de la lucha armada por las luchas de masas populares y las luchas institucionales.

               Cosa que no gusto nada al Estado y a sus estrategas de contrainsurgencia, pues anulaba y desarmaba toda su estrategia anterior que tan buenos resultados les había dado, sobre todo en el terreno de la manipulación de masas  y en el terreno de las empatías políticas fundamentalmente en sus territorios del infra Ebro y también  en cuanto a su libertad de acción represiva contra el independentismo, materializado en su recurrente “todo es ETA”. Ahora se le abriría al Estado un panorama desolador, por partida doble. Su propia estrategia y sus métodos represivos, experiencias, armas y bagajes serian inoperantes en un escenario de paz, con una ETA finiquitada. Y lo que más irritante para al Estado ha sido que su enemigo principal, el virus independentista, al haber cambiado del cuerpo militar al cuerpo civil y democrático, estaría siendo  muchísimo más efectivo en las lucha por la soberanía vasca.

               Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga, Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta, Txelui Moreno, Amaia Esnal y Mañel Serra. Los ocho,  fueron detenidos el 13 de octubre de 2009 en una redada contra los impulsores del cambio estratégico  que se  daría en la izquierda aberzale, y a la cual también se sumaría ETA , y por esa causa serian condenados a 10 años de cárcel.  Los procesados y otras personas trabajaban en el documento («Zutik Euskal Herria») que Batasuna puso a debate entre las bases de la izquierda aberzale y que dio como resultado la resolución del nuevo escenario político. Esta fue la pataleta vengativa del Estado en forma de vergonzosas condenas  por su trabajo activo en favor de la pacificación y de la resolución del conflicto  con métodos y formas demócratas 
  
                    [ Y el caso es que el Estado, no tenía previsto una estrategia de repuesto, y se sintió descolocado en un escenario sin una ETA y sus atentados. Pero no en cuanto a ser perfectamente consciente de conocer quien seguía siendo su verdadero enemigo; el “virus independentista”. Y así se vio atrapado en sus propias contradicciones y mentiras; ser consciente de  la realidad de un conflicto político, y sin embargo actuar al margen de esta realidad, manipulándola y tergiversándola, Y ahora se encuentra en una situación que le desenmascara. Sin ETA operativa y próximamente desarmada unilateralmente es el propio Estado quien va quedar desarmado e inoperante  en la lucha contra el independentismo, pues solo queda hacerlo democráticamente, y ni puede ni sabe  hacerlo

                  Y este  cambio de estrategia de la izquierda aberzale  ha supuesto para el Estado un descomunal golpe para sus estrategias contra insurgentes basadas en un discurso engañoso y ha supuesto también una tremenda victoria estrategia para la lucha en pro de la independencia vasca, pues ha alterado la correlación de fuerzas en el campo de la política, ahora democrática, tremendamente favorable a las estrategias  independentistas y que son palpables al día de hoy en los logros de la coalición EHBildu y de la izquierda abertzale en su conjunto.

                Este cambio de estrategia con una ETA finiquitada, supondría  para el Estado y para sus armas de intoxicación mediática que ETA  también iría desaparecer como “argumento mediático” y como referencia “maligna” del movimiento independentista vasco contra quien cargar las tintas, que aunque indirectamente siempre recurrían constantemente  al tema. Y el Estado no ha podido ni querido renunciar al recurso fácil de la mentira que tan buenos resultados le ha dado durante cuarenta años.  Y así se puede explicar su obsesión por no cerrar la pagina de ETA, y mantenerla virtualmente “viva”. Es por eso que se resiste a que ETA desaparezca del escenario de  confrontación, porque en este terreno no solo se  desenvuelve mejor, sino que además  es una formidable disculpa para no moverse ni dar pasos en pro de solucionar el Conflicto y de las consecuencias generadas por este.

                     Alguno se preguntara porque en esta nueva coyuntura sin actividad armada de ETA el Estado continua, su “Guerra permanente”  contra ETA pues en  los últimos meses, tras el anuncio de ETA de terminar con la actividad armada, la ofensiva del Estado y sus testaferros contra ETA y su “todo es ETA” se mantiene e incluso aumenta, y lo hace fundamentalmente porque el discurso político argumental del Estado contra el independentismo se ha debilitado enormemente  porque aquel discurso siempre ha estado basado en la manipuladora utilización  de las   víctimas de ETA por causa del conflicto armado.  Al haber terminado aquel macabro recuento el Estado está echando mano al recurso de la memoria y el relato virtual. Pretende  mantener viva y actualizada su relato de imágenes  de “victimas”, en  base a  homenajes, lapidas conmemorativas, aniversarios, detenciones fantasmales de presuntos “terroristas”, el ensañamiento feroz y vengativo  con los presos políticos etc. Y con cadencias controladas  efectúan regularmente redadas de presuntos comandos de ETA, de Abogados de presos, de absurdos “enaltecimientos”, persiguiendo  asociaciones humanitarias como  HERRiRA simples solidarios con los presos, etc. Frecuencia y publicidad desmesurada si evidenciamos la desaparecida  actividad de ETA. El caso es mantener la imagen del terrorismo amenazante “vivo”

                  Pero todas  estas ceremonias mediáticas no lo hacen por un impulso solidario e humanitario con estas víctimas y sus allegados, ni tampoco lo hacen con el fin  de crear un clima social de repulsa cívica  hacia  el concepto del terrorismo y la violencia para propiciar y fomentar la concordia y el entendimiento entre diferentes. No, de eso nada en absoluto,  ese victimismo está dirigido sibilinamente para demonizar y sembrar el odio irracional hacia lo vasco y hacia el derecho democrático a decidir y en concreto contra el derecho a la autodeterminación nacional, pretendiendo contaminar su naturaleza democrática. Y aquí el Régimen cae en una fragante contradicción. Porque por una parte se empeña en desproveer a ETA de su innegable naturaleza de beligerante político enfrentado al Estado, describiéndole como una “banda de terroristas sin motivación política”, pero sin embargo toda su artillería propagandística mediática va dirigida a satanizar unas opciones políticas concretas,  el independentismo vasco, representado por EH BILDU . 

                             Sin ETA en el escenario político el Estado se desencaja 

               El gran acierto estratégico de callar las armas , además de terminar con un ciega violencia generadora de mucho sufrimiento e inciertos consecuencias, para delegar el testigo de la vanguardia independentista a las organizaciones populares, ,democráticas, institucionales y sobre todo complementada con una efectiva movilización de masas, que es la  que esta dinamizando y articulando las energías soberanistas, esta evidenciándole al Estado  en su incapacidad de enfrentar democráticamente al movimiento soberanista vasco, porque las circunstancias le exigen respuestas democráticas, cosa que el Estado con su ADN franquista, no tiene practica ni costumbre de hacerlo.

             Esta estrategia democrática y pacificadora, es de gran efectividad estratégica, visto el grande y espectacular triunfo de EH Bildu. Los artífices teóricos de esta estrategia del abandono de la lucha armada en pro de la  lucha  democrática  Arnaldo Otegi y sus compañeros fueron encarcelados exclusivamente en venganza por esta causa ,lo que demuestra el grado de cinismo del Estado en su relato oficial sobre el “terrorismo”. La verdad es que es difícil que el común de la gente,  que no haya sido gravemente adoctrinada y manipulada por la atosigarte propaganda mediática, pueda entender y asimilar la obcecación del Estado español y sus coros mediáticos, en rechazar y tergiversar la rigurosa realidad de que el conflicto armado entre ETA y el Estado es de rigurosa y exclusiva naturaleza política, y  es de Perogrullo insistir en ello si no sería para clarificar  la irracional obcecación de una burda estrategia basada en la falacia y la manipulación del propio sentido común. Y toda esta sarta de mentiras   para embrollar y justificar la política de  negar a los vascos el propio derecho a decidir y a elegir su identidad nacional. Y también para confundir y desvirtuar aquellas formas de lucha violenta de sus auténticas motivaciones, cuyo relato, se nos quiere imponer a la fuerza del chantaje legislativo penal como calzador mental.

             Que  porquería de “Estado democrático” pretende ser este de aquí que dicta su relato a fuerza de decretos de obligado cumplimiento, so pena de castigo. Se les nota su ADN franquista, pues, como Aquellas sanguijuelas del “Movimiento Nacional”, estos neo franquistas de ahora también nos escriben la historia que estaremos obligados a tragarla, so pena de incurrir en la  ley “antiterrorista” y sus leyes mordazas  para recortar la libertad de expresión.   Independientemente de las valoraciones que se hagan de la oportunidad o legitimidad de aquella cruel lucha armada (como lo son todas las guerras) las valoraciones, éticas o políticas, sobre el cómo alcanzar el objetivo nacional, son independientes del hecho nacional en sí mismo, de la existencia de las variadas nacionalidades dentro del Estado.  Pues esta realidad nacional está aquí con nosotros inexorable e inevitablemente, aun antes de que existiera el concepto imperial de la España como Estado. Y esta realidad les deja desarmados a los poderes facticos de la “España una Grande y libre”, ante  cualquier discurso coherente que niega el derecho a decidir.

             Simplemente lo niegan, dicen, porque lo dice su Constitución, ignorando que los vascos la rechazamos en aquella farsa de referéndum, y es obvio que aquella farsa no aguantaría un mínimo análisis democrático allá donde existiese esa democracia. Y así, la negación de la evidencia es ley,  y nos  dice, con tono solemne y  grave que no se  puede aplicar el  derecho a decidir porque la Constitución no lo permite. Tal cual “Tablas de la Ley” de Moisés.  Ridícula disculpa sobre una presunta inviolabilidad Constitucional, cuando  el propio bipartidismo del PPSOE ya se encargo recientemente de violarla por mandato de la Troika, modificando su artículo 135 a su gusto, incluso sin consultar  con el pueblo presuntamente “soberano”, sobre algo que más tarde nos iría a despellejar con sus  recortes económicos.

               Y no se le ocurre otra cosas que el recurso bruto, que a falta de argumentos echa mano de su manual cuartelaría habitual ,el de la fuerza bruta y el discurso ordinario y manipulador repetido hasta la saciedad, como “argumento “para apuntalar los inconfesables “Intereses de Estado “que siempre serán estratégicos en una guerra, no declarada, ante un enemigo también sin declarar, pues si lo harían, el Estado perdería su encanto de “democracia” homologada junto a las buenas familias europeas y su presunto “glamur” de exquisita Corte Monárquica proveedora de políticos, de bufones aburridos, oportunistas endógenos ,corruptos y chupópteros de profesión. El mantener la imagen de un Estado que parezca democrático y de derecho, para alguien que no lo es, ha sido siempre para este Estado neo franquista  un tema de enorme “Prioridad de Estado” evidentemente estratégico. Y de este modo con la fuerza de sus “argumentos” a bombardeado mediáticamente la población durante décadas adoctrinando y modelando sus mentes con un relato total y absolutamente maniqueo y desquiciado y fuera de la realidad sobre falsas imágenes de lo que ocurre y creando  enemigos virtuales, dejando a Josepph Goebbels, el artífice de la propaganda nazi,  como un principiante
  
          Que legitimidad argumental podría tener ningún Estado que manipula y utiliza a sus muertos, siempre respetables, víctimas de una guerra que el mismo alecciono por sus carencias de libertades. Pues es muy denigrante utilizar los muertos y el dolor de sus amigos y familiares en provecho político propio, haciéndoles  ver que han sido víctimas de una presunta maldad por defender una presunta “libertad y democracia” inexistente, ( que porquería de democracia podría ser  la engendrada por los herederos de Franco, acaso se puede sacar  agua cristalina de un pozo inmundo fascista ) cuando ha sido precisamente esta carencia de libertades, y me refiero sobre todo al derecho a decidir de las nacionalidades, lo que provoco el surgimiento del conflicto y  la contestación armada. Su burda e interesada obcecación solo puede tener también una burda “explicación”, y es que  negando los derechos de autodeterminación de los vascos bajo la falacia de que no existe una nación por la que luchar, tiene la exclusiva  finalidad de ocultar las carencias  democráticas del Estado español. Su negación absoluta y totalitaria a la aplicación del “Derecho a la Autodeterminación   de los Vascos “recogida en la Declaración de derechos humanos de la ONU que fue también,  hipócritamente  firmada por el Estado español.

                Y en la actualidad, a falta de esa actividad armada, tan obsesivamente anhelada por sus aparatos de contrainsurgencia política, se han buscado en la figura de diseño opresivo policial del  “ETA está viva y amenazante” y  el “todo es ETA”, los sustitutos preferidos para cargar contra ellos  sus fobias “antiterroristas” incluidas sus leyes y su Audiencia Nacional, contra  todo tipo de actividades, cívicas, humanitarias, solidarias, culturales, políticas etc. actividades en pro del crecimiento identidario y soberanista del  País Vasco que amplios sectores de la sociedad  están  desarrollando dentro de una escrupulosa línea democrática en pro de las libertades soberanistas nacionales vascas. Todo ello, queda reducido, según los criterios de los aparatos represivos del Estado, al “mundo de ETA”, o de pertenecer a algún fantasmal “comando “o  grupo de “terroristas” imaginario e inexistente.

                  Cuesta asimilar este absurdo discurso pero es su repetición estereotipada y mediática durante décadas ante un auditorio mediatizado y manipulado sobre todo del Ebro para abajo y el bloqueo y la huida absoluta a todo lo que sea debatir  la casuística del conflicto, lo que ha hecho que el Estado continúe aun con su absurdo e irracional relato, de víctimas y victimarios de una forma maniquea y sectaria.  El volumen de las  mentiras del Régimen es equiparable al  histriónico y estridente rechazo que hacen cuando se les pide abrir un debate sobre el conflicto, sobre su causa y sobre sus consabidas consecuencias.

            Qué discurso le quedaría a este Estado Monárquico heredado de Franco, si se le desprende de su “verborrea victimista antiterrorista” que lo utiliza como una barrera de niebla para ocultar sus carencias democráticas, y como “engaña bobos” mediático, para difuminar  sus poses de corrupción galopante y sus políticas agresivas para la clase  trabajadora. El Estado neo franquista lo sabe y se aferra a la mentira y a la manipulación, su arma favorita que le ha proporcionado cuarenta años de presunta “legitimidad”.