Por Beniezu
Habiendo sido el propio Estado español, por causa de sus carencias democráticas (el Estado persiste negando cerrilmente el derecho a la autodeterminación nacional de los pueblos) el que está impidiendo el ejercicio de unas libertades básicas el que ha provocado y generado indirectamente la respuesta violenta. Una violencia de respuesta que derivó en principio en un conflicto armado, felizmente superado unilateralmente por ETA, pero no así por el Estado que aún persiste y se obceca en su postura inmovilista de negar esos derechos a las nacionalidades periféricas del Estado y que en Euskal Herria, pese al cese de ETA, persiste con sus formas violentas represivas y de imposición
El
Estado español, no solo ha
despreciado considerar el cese de la actividad armada de ETA, como un paso
positivo en pro de la paz y de la superación del Conflicto, sino que intenta
por todos los medios y recursos de sus aparatos estatales, minimizar y
boicotear la intención de ETA de desarmarse y disolverse como organización
armada y paradójicamente el Estado y sus acólitos pretende hacer creer a la
ciudadanía de que es ETA la que no quiere hacerlo.
Y así se está dando la paradójica situación de una ETA que ya ha evidenciado
sobradamente su voluntad de abandonar las armas, ya son más de dos años y medio
del alto el fuego, y por otra parte la actitud del Estado que pretende
obstaculizar y negar esta intención, en pro de crear, aunque sea virtualmente,
un escenario de Guerra Permanente, para eternizar el Conflicto..
Los
constantes comunicados con los que la organización armada, continua ratificando
su voluntad pacificadora y el cese de toda actividad armada y sobre todo su determinación de
hacerla sin condición alguna, y el reciente video difundido sobre la
inutilización de algunas armas de su arsenal ,ante verificadores
internacionales, es una escenificación simbólica de la voluntad irreversible de desarmarse, aunque no encuentre en el Estado y
sus testaferros el más mínimo gesto de asumir los hechos y
obrar en consecuencia.
Que aunque en apariencia el Estado pretende que anhela la paz,
pues no para de exigir a ETA la cantinela de que “se desarme y se disuelva”, no
es más que pura escenificación de una
burda mentira y de propaganda mediática. Acusar a ETA de no dar pasos, para su
“disolución y desarme” son frases huecas y sin racionalidad, pues no tiene
sentido delegar en la otra parte toda la responsabilidad organizativa del
desarme y la desmantelacion organizativa que sin duda acarreara no poca complejidad para una organización clandestina
y dispersada internacionalmente. Y sobretodo por el acoso policial constante al
que la policía somete a ETA, que obviamente dificulta enormemente la
operatividad logística que requeriría esta tarea. Acoso que, indudablemente está
entorpeciendo la disolución voluntaria de ETA y que es paradójico que el Estado
afirme desear esta disolución.
Otros
ejemplos internacionales relativos al finiquito de organizaciones armadas contra
poderes establecidos, siempre han estado precedidos de contactos previos entre
las partes, sobre todo para hablar de aspectos organizativos y prácticos tales
como; la hoja de ruta a seguir, logística, testigos, seguridad, acuerdos, y
siempre bajo observadores internacionales etc. Que a nuestros políticos “estrategas” en contrainsurgencia parece que no
va con ellos, simplemente porque no les interesa que ETA desaparezca del
escenario político.
Y ciertamente no va con ellos porque no tienen la más mínima intención
de que ETA desaparezca de la escena y
sobre todo de los medios de intoxicación mediática. Pretenden que siga siendo
la estrella mediática permanente,
personificando al independentismo vasco
como el símbolo de la maldad personificada
y de la “obligación” ( en realidad es su disculpa) que tiene el Estado en
mantener su guardia represiva, con sus demenciales leyes antiterroristas contra
todo tipo de movimientos cívico- independentistas y contra el “Todos son ETA”
,engendro jurídico del Juez Baltasar Garzón cuando trabajaba en la Audiencia Nacional,
que por extensión supone pretender demonizar todo tipo de movimientos democráticos independentistas
vascos.
Movimientos,
que por cierto y de momento, ya aglutinan a la segunda fuerza política electoral
en Euskal Herria, y en aumento, que junto al movimiento independentista catalán
que se expande como una inundación por todo sus territorios. Se entiende el
nerviosismo del Estado y la deriva que está tomando con formas cada
vez más agresivas. Formas que son
consustanciales a su ADN franquista prepotente y autoritario. Son sus formas de hacer política, que desconoce
el dialogo democrático y a autocritica, pero no por eso dejan de ser formas de
actuar a la defensiva.
Y esta expansión creciente de la conciencia
nacional entre las naciones negadas y reprimidas de sus derechos, lo que de
verdad inquieta al Estado y a sus testaferros. Y en Euskal Herria son las
constantes referencias que hacen al tema de ETA, como único discurso unionista, sospechosamente coincidentes en la letanías de que “entreguen las armas y que pidan perdón”, incluso en la
coyuntura actual, donde estos pedidos suenan a sarcasmo en el contexto de la
apertura de los juicios contra los crímenes del franquismo sacando a la
luz sus horrendos crímenes impunes .Crímenes que alcanzaron el genocidio y que el Estado pretende ocultar y dificultar su
esclarecimiento, y no puede evitar que se
le acuse de“ Ver la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el suyo”.
Además se les supone asesorados por la flor y nata
de los servicios secretos“contraterroristas”de la CIA y de la OTAN y tras
décadas de lucha con los independentistas vascos, desde 1959, cincuenta y cinco
años parecen ser que no han sido suficientes años para haber caído en la cuenta de que "A enemigo que huye,
puente de plata", frase significativa e indicativa sobre quienes quieren o
desprecian la paz, y que por supuesto quienes no la quieren, obviamente dinamitarían
esos puentes.
Esta cita es de un personaje de
la “España imperial” el “Gran Capitán” (1453-1515), que es de suponer que
nuestros estrategas de Madrid, le
tendrán en gran estima y consideración imperial. Pero, como el lector habrá
caído en la cuenta, evidentemente esta frase no les cuadraba aplicar en este
caso, Porque a nuestros tardo imperialistas, “su enemigo ETA” no les interesa que
“huya” y desaparezca de escena, lo quiere bien presente, actualizado y situado en el terreno virtual
que el Estado ha creado para sacarle réditos político
ETA
un enemigo utilitario
En realidad para el Estado
español, ETA nunca ha sido un enemigo
convencional, incluso en su terminología mediática nunca lo ha considerado un enemigo
“beligerante”,donde los combatientes enfrentados suelen tener el rango oficial
de beligerancia que al final es una forma de reconocer al enemigo en cuestiones
conceptuales , internacionales, legales etc. El
Estado español, primero el franquista y más tarde transferido a Monarquía
neo franquista, desde el nacimiento de ETA jamás han conferido a esta organización la categoría
de beligerante sino de “banda armada”. Y en el terreno práctico militar el Estado
siempre fue consciente que las acciones armadas de ETA siempre serian
cosquillas para la integridad de sus estructuras político-militares. Sin ser un
experto en estas cosas se entiende que la organización armada ETA siempre seria una minúscula organización ante
el Estado y que jamás conseguiría derrotar
militarmente al poderío del Estado español. Al margen de que pudieran conseguir
algunas acciones espectaculares que además de crear dolor y sufrimiento,
siempre negativos, no transcenderían más
allá del simbolismo y de mantener la llama de la rebelión
Porque en realidad cuando surgió ETA, corrían los años 60, la energía
que impulso a sus fundadores (un minoritario e inquieto grupo de militantes de EGI
de la rama juvenil del PNV) a empuñar las armas, contra el Estado
franquista como una forma rebelde de retomar la de guerra de los batallones de gudaris
contra el franquismo, ahora contra sus herederos. Fue su ardiente corazón
patriótico y su desengaño por la inactividad y la pasividad de los ejecutivos de su partido ante el hecho de estar sometidos
a una cruel ocupación y dictadura, y que
alentados por el ejemplo de las
insurrecciones populares de liberación
nacional de carácter anti colonialista y
anti imperialistas de los años 60, en Argelia, Cuba, Vietnam etc. y sin tener demasiado claro que estrategia insurreccional
habría que aplicar en el caso vasco. Solo
fue puro impulso voluntarista y pura entrega a la causa nacional lo que les
daba energía. No tenían la más remota idea de cómo habría que liberar el
territorio nacional. Se luchaba y se avanzaba haciendo camino al andar, más
bien su lucha era testimonial y de pura resistencia
Y en este contexto, los estrategas del Estado
eran muy conscientes de la debilidad,
esterilidad más bien, de la lucha
militar de ETA en sus comienzos,
independiente de que sus acciones
militares fuesen más o menos cruentas. En el periodo franquista el Estado se limitaba a una lucha de contrainsurgencia convencional,
dar el máximo de golpes al enemigo y a sus infraestructuras de apoyo encajando y minimizar los que este le asentaba. Sin
pasarse demasiado en durezas represivas
pues en aquel contexto histórico
el Franquismo era consciente de su semi aislamiento internación y no podía
agudizarlo con sus excesos en materia de orden público, pues temía que si sobrepasaba
peligrarían sus relaciones internacionales.
Y
en cuanto a cómo era definida ETA con Franco, dada su prepotencia y desprecio
por las formas de la democracia burguesa de sus vecinos europeos, jamás se preocupó
de elaborar una retorcida teoría-explicativa-política sobre la naturaleza no-política
de sus enemigos políticos armados, tal y como mas tarde harían sus
herederos, simplemente les denominaba terroristas o banda armada , del mismo
modo que lo izo con las partidas de
“maquis” de resistentes republicanos que pocos años atrás aun resistían por las
montañas del Estado, y punto. Cosa que sus herederos neo franquistas si parece
que estaban obligados hacerlo al incorporarse en la UE vestidos de demócratas al
menos presentar “alguna cosa” formal por eso de que el montaje de la
“transición” les obligaba a guardar algunas de las forma de la democracia burguesa!
Y bien
que lo han hecho, aunque chapucera y absurda basado en negar la existencia de
la nación vasca como retorcido argumento para afirmar que nadie puede luchar con
las armas por una patria que “no existe”,
quien lo hace es un “terrorista farsante “afirman, aunque, curiosamente nunca
nos han explicado por qué esa lucha empecinada duro más de cincuenta años por causa de un “terrorismo sin sentido’’.
Con esta infantil teoría, lo que el Estado ha pretendido siempre ha sido
adaptar burdamente su discurso a sus
intereses políticos para mantener estable este Estado parido por los herederos
de Franco. Y que por cierto, las llamadas “democracias burguesas europeas”miraron
para el cielo silbando a la hora de conferir cual era el grado democrático de su nuevo socio en la UniónEuropea.
Parece que les fue suficiente que guardasen las formas en el nuevo
escenario político decorado de democracia y tas la “boda” del neo franquismo
con la democracia europea “la novia” disimulando sus modales cuartelaríos y cavernarios
ahora solo debería guardar las formas para poder pasear en sociedad “civilizadamente
“
El “nuevo” Estado, era muy consciente
de las limitaciones estratégicas de ETA,
aunque no le intereso divulgarlo sino todo lo contrario, pues pretendió sacarle
provecho político al fenómeno del Conflicto y se dedicó con estruendo mediático
para sobredimensionar y satanizar su naturaleza presentándolo como un enemigo poderoso que
dañaba y ponía en peligro la “nueva democracia” surgida de la “Transición". Con el fin
promocionar a esta creando una imagen de victima de la intolerancia y del
totalitarismo terrorista” con la finalidad de crear empatías entre una población hambrienta de democracia tras acabar
de salir de la dictadura franquista. Cuando
la organización armada actuaba, las víctimas
y el dolor causado a sus allegados, al margen de la tragedia causada en ellas y en las víctimas colaterales, el Régimen recurría a ellas para hacer victimismo
propio, para fortalecerse y hacer que el Estado adquiriese carisma victimista a costa de las “maldades personificadas”
en ETA y su recurrente entorno del
“todos son ETA”.
Y lo
supo hacer con una extraordinaria habilidad mediática invirtiendo y
confundiendo radicalmente los términos del Conflicto enfrentado, hasta el
extremo de que para un observador externo le parecía un enfrentamiento desquiciado, donde cada parte enfrentada no parecía
ser coherente con su posición en la lucha,
era como si seria en lugar de una guerra dos conflictos diferentes. Por una
parte ETA en sus comunicados reivindicando sus acciones explicando que su objetivo
era el Estado y su símbolo logia, policías, militares ,políticos etc., sujetos
relacionados con el Estado español al que
acusaban de ocupar militarmente Euskal Herria y de negar y reprimir las libertades a los vascos,
es decir luchaban contra un Estado que
negaba libertades. Y por otra parte el Estado y sus portavoces oficiosos,
casi la totalidad de la maquinaria mediática, machacaban a la población en
clave de “agresión a la democracia”
por parte de unos desquiciados fanáticos terroristas, nazis, racistas, que
odiaban a España etc. etc. Ocultando y
tergiversando radicalmente el autentico carácter político y real del Conflicto.
Toda una descomunal desquiciada y abominable campaña
mediática, con la finalidad de deslegitimizar
y demonizar a lo que fue ETA en aquella época,
usándola como sibilino argumento y como señuelo para legitimar al Estado neo
franquismo monárquico. Y que indudablemente incidió en muchísimos cerebros, no
solo del pueblo llano sino entre “ilustres
intelectuales” y políticos de “izquierdas” dada su demoledora intensidad, y que
le vino muy bien a la naciente y flamante
Monarquía neo franquista para asentarse como “Estado democrático”. Cosa que al día
de hoy las consecuencias de aquel lavado
de cerebros colectivo, (el hecho de haber aceptado y encajado la “Transición” y
el neo franquismo como democracia sin haberlo percibido) cuyas consecuencias político
sociales entre la ciudadanía del infra Ebro es palpables en desorientación política.
.
.
El
Estado de victimario se transformó en víctima, un millón de veces repetido el
tópico se convirtió en realidad. Se trataría pues, nos repetirían millones de
veces de una agresión terrorista a la
democracia española para sublimar al Régimen como una democracia real. Y bien
que lo consiguió, mezclado y manipulando hábilmente el dolor y los sentimientos
de los familiares y amigos de las victimas para confundir y despertar el
acercamiento empático hacia el Régimen. No le fue difícil hacerlo entre una
población que ya previamente había sido domesticada
por las efectivas terapias del terror
franquista durante cuarenta años. Dándose
la paradoja de que este Estado tardofranquista, gracias a sus herramientas mediáticas
que al manipular el dolor causado por el conflicto, consiguió distorsionar de forma
burda la realidad política conceptual.
Desvirtuaron lo que siempre fue por parte del
Estado franquista una actitud totalitaria que arrebato, suprimió y negó a los vascos sus libertades y derechos (hechos
ocurridos en la sublevación militar franquista de 1936) y por la parte vasca un
guerra de respuesta tendente a recuperar esos derechos y libertades. Fue pues, por
mucho que lo camufle de otra forma, una guerra de respuesta a una Guerra de agresión.
Y aquellos “argumento” victismitas proporcionaron y situaron
al Estado en un terreno favorable para la captación de empatías de una considerable parte de la población
hacia su propio Estado, que supo con astucia presentarse como la personificación de la “nueva
democracia” y como la victima del “Terrorismo” a la par que moldeaba una mediática imagen demoniaca sobre ETA que impacto
sobradamente entre la población carpetovetónica. Supuso también un
afianzamiento y legitimación del propio Régimen neo franquista entre la
ciudadanía española que quizás no se
hubiese dado, al menos no tan intenso, sin
aquella calculada manipulación para crear empatías hacia un presunto Estado democrático
agredido por el “terrorismo totalitario”. Frase que podría ser antológica en la
historia de las frases de la manipulación políticas
Para el Estado, la organización armada ETA, al margen de otras consideraciones, fue
y lo sigue siendo, una importante baza política argumental para el continuismo
y el afianzamiento del Régimen. Régimen de indudable peculiaridad surgido del Franquismo, que ya desde su
nacimiento sus poderes facticos no han dejado de estar a la defensiva desde
entonces. Trabajando denodadamente en la labor de pretender legitimarlo
virtualmente a base de campañas mediáticas, fundaciones e ingentes inversiones en
márquetin político en continuadas campañas mediáticas con el fin de adoctrinara
la ciudadanía en las bondades de un Régimen Monárquico surgido del Franquismo”.
Así
se entiende la obstinación del Régimen por mantener virtualmente viva a ETA y en
las circunstancias actuales donde esta ha decidido por voluntad propia
finiquitar su actividad armada, el Estado ,disgustado y descolocado por este
cambio de escenario, pretende hacer creer que nada ha cambiado y para ello se ha creado su “propia ETA virtual”, que ya
no atenta ni genera victimas pero hará que
ocupe constantemente su presencia virtual en los medios, utilizando a los
presos políticos ensañándose con ellos para crear crispación entre la población
vasca, deteniendo a fantasmales comandos de abogados, de solidarios de presuntos
“terroristas” acusados de “enaltecimientos”etc . Para mantener una virtual y
mediática Guerra Permanente en los territorios vascos. Y ese terreno amañado es
el del “Terrorismo virtual”.
Terrorismo
virtual
En realidad ETA para el Estado,
además de ser una herramienta utilitaria a la que le ha sacado constante y
permanente provecho político propio, nunca fue “el enemigo” principal ni el
objetivo final a derrotar, el auténtico enemigo siempre ha sido el hecho INDEPENDENTISTA,
el vértigo que les produce el hecho de una “España rota”. Y esta posibilidad es más
factible que nunca sin ETA y sin violencia y por medios democráticos exclusivamente
comandada por la coalición EHBildu rondando la mayoría electoral. Y esta
realidad les descoloca totalmente, les rompe todos sus esquemas
contrainsurgentes antiterroristas, pues sin “terrorismo” se encuentran desnudos
y desarmados, pues si asumirían este hecho, se supondría que el Estado estaría
obligado a enfrentar los hechos de las demandas independentistas vascas, de forma civilizada y democrática, y en ese terreno están cojos y
perdidos.
Temen y mucho cuando llegue ese momento pues se van encontrar con una población mayoritaria
en Catalunya junto con la de Euskal Herria,
exigiéndoles que hagan realidad su tan cacareada “democrática” Y este miedo a
“desmembrar España”, en palabras de Franco, seria romper el eslabón más débil de aquellos “atados y bien atados”
valores que Franco les lego. “La Monarquía, El ejército, y la Unidad de España”
roto el mas débil, todo el chiringuito
de la “Transición” se desmoronara como un castillo de naipes, bajo la
“siniestra” sombra de la República como una pesadilla
Y cuando ETA actuaba militarmente, en cierto modo comandaba la vanguardia del independentismo, era la referencia más conocida del hecho “separatista” vasco. La organización ETA cuando estuvo en plena actividad armada, para el Estado y sus estrategas de contrainsurgencia, era la vanguardia o el referente de las luchas en pro de la independencia vasca (aunque se cuidaba mucho de pregonarlo pues se saldría de su guion propagandista de “meros terroristas porque si ”) y de ahí su obsesión en ligar a Batasuna con ETA y a las organizaciones populares con el “Todo es ETA” Y cuando esta actividad armada termino, que lo fue gracias a una conjunción de reflexiones internas y externas, supuso también el fin del liderazgo de ETA como vanguardia global de las luchas de liberación nacional en los campos de lo político y militar, para delegar el testigo ahora solo en lo puramente político, en las organizaciones civiles y democráticas vascas que lo asumirían y suplantarían tácitamente las herramientas de la lucha armada por las luchas de masas populares y las luchas institucionales.
Cosa que no gusto nada al Estado y a sus estrategas de
contrainsurgencia, pues anulaba y desarmaba toda su estrategia anterior que tan
buenos resultados les había dado, sobre todo en el terreno de la manipulación de
masas y en el terreno de las empatías
políticas fundamentalmente en sus territorios del infra Ebro y también en cuanto a su libertad de acción represiva
contra el independentismo, materializado en su recurrente “todo es ETA”. Ahora
se le abriría al Estado un panorama desolador, por partida doble. Su propia
estrategia y sus métodos represivos, experiencias, armas y bagajes serian
inoperantes en un escenario de paz, con una ETA finiquitada. Y lo que más irritante
para al Estado ha sido que su enemigo principal, el virus independentista, al
haber cambiado del cuerpo militar al cuerpo civil y democrático, estaría
siendo muchísimo más efectivo en las
lucha por la soberanía vasca.
Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga,
Arkaitz Rodríguez, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta, Txelui Moreno, Amaia Esnal y
Mañel Serra. Los ocho, fueron detenidos
el 13 de octubre de 2009 en una redada contra los impulsores del cambio
estratégico que se daría en la izquierda aberzale, y a la cual
también se sumaría ETA , y por esa causa serian condenados a 10 años de cárcel.
Los procesados y otras personas
trabajaban en el documento («Zutik Euskal Herria») que Batasuna puso a debate
entre las bases de la izquierda aberzale y que dio como resultado la resolución
del nuevo escenario político. Esta fue la pataleta vengativa del Estado en
forma de vergonzosas condenas por su
trabajo activo en favor de la pacificación y de la resolución del conflicto con métodos y formas demócratas
[ Y el caso es que el Estado, no tenía previsto una
estrategia de repuesto, y se sintió descolocado en un escenario sin una ETA y
sus atentados. Pero no en cuanto a ser perfectamente consciente de conocer
quien seguía siendo su verdadero enemigo; el “virus independentista”. Y así se
vio atrapado en sus propias contradicciones y mentiras; ser consciente de la realidad de un conflicto político, y sin embargo actuar al margen de esta
realidad, manipulándola y tergiversándola, Y ahora se encuentra en una
situación que le desenmascara. Sin ETA operativa y próximamente desarmada
unilateralmente es el propio Estado quien va quedar desarmado e inoperante en la lucha contra el independentismo, pues solo
queda hacerlo democráticamente, y ni puede ni sabe hacerlo
Y este cambio de estrategia de la
izquierda aberzale ha supuesto para el
Estado un descomunal golpe para sus estrategias contra insurgentes basadas en un
discurso engañoso y ha supuesto también una tremenda victoria estrategia para
la lucha en pro de la independencia vasca, pues ha alterado la correlación de
fuerzas en el campo de la política, ahora democrática, tremendamente favorable
a las estrategias independentistas y que
son palpables al día de hoy en los logros de la coalición EHBildu y de la
izquierda abertzale en su conjunto.
Este cambio de estrategia con una ETA
finiquitada, supondría para el Estado y
para sus armas de intoxicación mediática que ETA también iría desaparecer como “argumento mediático”
y como referencia “maligna” del movimiento independentista vasco contra quien
cargar las tintas, que aunque indirectamente siempre recurrían
constantemente al tema. Y el Estado no
ha podido ni querido renunciar al recurso fácil de la mentira que tan buenos
resultados le ha dado durante cuarenta años. Y así se puede explicar su obsesión por no
cerrar la pagina de ETA, y mantenerla virtualmente “viva”. Es por eso que se
resiste a que ETA desaparezca del escenario de
confrontación, porque en este terreno no solo se desenvuelve mejor, sino que además es una formidable disculpa para no moverse ni
dar pasos en pro de solucionar el Conflicto y de las consecuencias generadas
por este.
Alguno se preguntara porque en
esta nueva coyuntura sin actividad armada de ETA el Estado continua, su “Guerra
permanente” contra ETA pues en los últimos meses, tras el anuncio de ETA de
terminar con la actividad armada, la ofensiva del Estado y sus testaferros
contra ETA y su “todo es ETA” se mantiene e incluso aumenta, y lo hace fundamentalmente
porque el discurso político argumental del Estado contra el independentismo se
ha debilitado enormemente porque aquel
discurso siempre ha estado basado en la manipuladora utilización de las víctimas de ETA por causa del conflicto
armado. Al haber terminado aquel macabro
recuento el Estado está echando mano al recurso de la memoria y el relato
virtual. Pretende mantener viva y
actualizada su relato de imágenes de “victimas”,
en base a homenajes, lapidas conmemorativas,
aniversarios, detenciones fantasmales de presuntos “terroristas”, el
ensañamiento feroz y vengativo con los
presos políticos etc. Y con cadencias controladas efectúan regularmente redadas de presuntos
comandos de ETA, de Abogados de presos, de absurdos “enaltecimientos”,
persiguiendo asociaciones humanitarias
como HERRiRA simples solidarios con los
presos, etc. Frecuencia y publicidad desmesurada si evidenciamos la desaparecida actividad de ETA. El caso es mantener la
imagen del terrorismo amenazante “vivo”
Pero todas estas ceremonias
mediáticas no lo hacen por un impulso solidario e humanitario con estas
víctimas y sus allegados, ni tampoco lo hacen con el fin de crear un clima social de repulsa cívica hacia el
concepto del terrorismo y la violencia para propiciar y fomentar la concordia y
el entendimiento entre diferentes. No, de eso nada en absoluto, ese victimismo está dirigido sibilinamente
para demonizar y sembrar el odio irracional hacia lo vasco y hacia el derecho
democrático a decidir y en concreto contra el derecho a la autodeterminación
nacional, pretendiendo contaminar su naturaleza democrática. Y aquí el Régimen
cae en una fragante contradicción. Porque por una parte se empeña en desproveer
a ETA de su innegable naturaleza de beligerante político enfrentado al Estado,
describiéndole como una “banda de terroristas sin motivación política”, pero
sin embargo toda su artillería propagandística mediática va dirigida a
satanizar unas opciones políticas concretas,
el independentismo vasco, representado por EH BILDU .
Sin
ETA en el escenario político el Estado se desencaja
El gran acierto estratégico de callar las armas , además de terminar con
un ciega violencia generadora de mucho sufrimiento e inciertos consecuencias, para
delegar el testigo de la vanguardia independentista a las organizaciones
populares, ,democráticas, institucionales y sobre todo complementada con una
efectiva movilización de masas, que es la
que esta dinamizando y articulando las energías soberanistas, esta evidenciándole
al Estado en su incapacidad de enfrentar
democráticamente al movimiento soberanista vasco, porque las circunstancias le
exigen respuestas democráticas, cosa que el Estado con su ADN franquista, no
tiene practica ni costumbre de hacerlo.
Esta
estrategia democrática y pacificadora, es de gran efectividad estratégica,
visto el grande y espectacular triunfo de EH Bildu. Los artífices teóricos de
esta estrategia del abandono de la lucha armada en pro de la lucha democrática Arnaldo Otegi y sus compañeros fueron
encarcelados exclusivamente en venganza por esta causa ,lo que demuestra el grado
de cinismo del Estado en su relato oficial sobre el “terrorismo”. La verdad es
que es difícil que el común de la gente,
que no haya sido gravemente adoctrinada y manipulada por la atosigarte
propaganda mediática, pueda entender y asimilar la obcecación del Estado
español y sus coros mediáticos, en rechazar y tergiversar la rigurosa realidad
de que el conflicto armado entre ETA y el Estado es de rigurosa y exclusiva
naturaleza política, y es de Perogrullo insistir
en ello si no sería para clarificar la
irracional obcecación de una burda estrategia basada en la falacia y la
manipulación del propio sentido común. Y toda esta sarta de mentiras para embrollar y justificar la política de negar a los vascos el propio derecho a decidir
y a elegir su identidad nacional. Y también para confundir y desvirtuar aquellas
formas de lucha violenta de sus auténticas motivaciones, cuyo relato, se nos
quiere imponer a la fuerza del chantaje legislativo penal como calzador mental.
Que porquería de “Estado democrático” pretende
ser este de aquí que dicta su relato a fuerza de decretos de obligado
cumplimiento, so pena de castigo. Se les nota su ADN franquista, pues, como
Aquellas sanguijuelas del “Movimiento Nacional”, estos neo franquistas de ahora
también nos escriben la historia que estaremos obligados a tragarla, so pena de
incurrir en la ley “antiterrorista” y
sus leyes mordazas para recortar la
libertad de expresión. Independientemente
de las valoraciones que se hagan de la oportunidad o legitimidad de aquella cruel
lucha armada (como lo son todas las guerras) las valoraciones, éticas o
políticas, sobre el cómo alcanzar el objetivo nacional, son independientes del
hecho nacional en sí mismo, de la existencia de las variadas nacionalidades
dentro del Estado. Pues esta realidad
nacional está aquí con nosotros inexorable e inevitablemente, aun antes de que
existiera el concepto imperial de la España como Estado. Y esta realidad les
deja desarmados a los poderes facticos de la “España una Grande y libre”, ante cualquier discurso coherente que niega el
derecho a decidir.
Simplemente
lo niegan, dicen, porque lo dice su Constitución, ignorando que los vascos la
rechazamos en aquella farsa de referéndum, y es obvio que aquella farsa no aguantaría
un mínimo análisis democrático allá donde existiese esa democracia. Y así, la
negación de la evidencia es ley, y
nos dice, con tono solemne y grave que no se puede aplicar el derecho a decidir porque la Constitución no
lo permite. Tal cual “Tablas de la Ley” de Moisés. Ridícula disculpa sobre una presunta inviolabilidad
Constitucional, cuando el propio bipartidismo
del PPSOE ya se encargo recientemente de violarla por mandato de la Troika, modificando
su artículo 135 a su gusto, incluso sin consultar con el pueblo presuntamente “soberano”, sobre
algo que más tarde nos iría a despellejar con sus recortes económicos.
Y no se le ocurre otra cosas que el recurso
bruto, que a falta de argumentos echa mano de su manual cuartelaría habitual
,el de la fuerza bruta y el discurso ordinario y manipulador repetido hasta la
saciedad, como “argumento “para apuntalar los inconfesables “Intereses de Estado
“que siempre serán estratégicos en una guerra, no declarada, ante un enemigo también
sin declarar, pues si lo harían, el Estado perdería su encanto de “democracia” homologada
junto a las buenas familias europeas y su presunto “glamur” de exquisita Corte Monárquica
proveedora de políticos, de bufones aburridos, oportunistas endógenos ,corruptos
y chupópteros de profesión. El mantener la imagen de un Estado que
parezca democrático y de derecho, para alguien que no lo es, ha sido siempre
para este Estado neo franquista un tema
de enorme “Prioridad de Estado” evidentemente
estratégico. Y de este modo con la fuerza de sus “argumentos” a bombardeado
mediáticamente la población durante décadas adoctrinando y modelando sus mentes
con un relato total y absolutamente maniqueo y desquiciado y fuera de la
realidad sobre falsas imágenes de lo que ocurre y creando enemigos virtuales, dejando a Josepph Goebbels,
el artífice de la propaganda nazi, como
un principiante
Que legitimidad
argumental podría tener ningún Estado que manipula y utiliza a sus muertos, siempre
respetables, víctimas de una guerra que el mismo alecciono por sus carencias de
libertades. Pues es muy denigrante utilizar los muertos y el dolor de sus
amigos y familiares en provecho político propio, haciéndoles ver que han sido víctimas de una presunta
maldad por defender una presunta “libertad y democracia” inexistente, ( que
porquería de democracia podría ser la
engendrada por los herederos de Franco, acaso se puede sacar agua cristalina de un pozo inmundo fascista )
cuando ha sido precisamente esta carencia de libertades, y me refiero sobre
todo al derecho a decidir de las
nacionalidades, lo que provoco el surgimiento del conflicto y la contestación armada. Su burda e interesada
obcecación solo puede tener también una burda “explicación”, y es que negando los derechos de autodeterminación de
los vascos bajo la falacia de que no existe una nación por la que luchar, tiene
la exclusiva finalidad de ocultar las
carencias democráticas del Estado
español. Su negación absoluta y totalitaria a la aplicación del “Derecho a la
Autodeterminación de los Vascos “recogida
en la Declaración de derechos humanos de la ONU que fue también, hipócritamente firmada por el Estado español.
Y en la actualidad, a falta de
esa actividad armada, tan obsesivamente anhelada por sus aparatos de
contrainsurgencia política, se han buscado en la figura de diseño opresivo policial
del “ETA está viva y amenazante” y el “todo es ETA”, los sustitutos preferidos
para cargar contra ellos sus fobias
“antiterroristas” incluidas sus leyes y su Audiencia Nacional, contra todo tipo de actividades, cívicas,
humanitarias, solidarias, culturales, políticas etc. actividades en pro del
crecimiento identidario y soberanista del
País Vasco que amplios sectores de la sociedad están
desarrollando dentro de una escrupulosa línea democrática en pro de las
libertades soberanistas nacionales vascas. Todo ello, queda reducido, según los
criterios de los aparatos represivos del Estado, al “mundo de ETA”, o de
pertenecer a algún fantasmal “comando “o
grupo de “terroristas” imaginario e inexistente.
Cuesta asimilar este absurdo discurso pero es su repetición
estereotipada y mediática durante décadas ante un auditorio mediatizado y
manipulado sobre todo del Ebro para abajo y el bloqueo y la huida absoluta a
todo lo que sea debatir la casuística
del conflicto, lo que ha hecho que el Estado continúe aun con su absurdo e
irracional relato, de víctimas y victimarios de una forma maniquea y
sectaria. El volumen de las mentiras del Régimen es equiparable al histriónico y estridente rechazo que hacen
cuando se les pide abrir un debate sobre el conflicto, sobre su causa y sobre
sus consabidas consecuencias.
Qué
discurso le quedaría a este Estado Monárquico heredado de Franco, si se le
desprende de su “verborrea victimista antiterrorista” que lo utiliza como una
barrera de niebla para ocultar sus carencias democráticas, y como “engaña
bobos” mediático, para difuminar sus
poses de corrupción galopante y sus políticas agresivas para la clase trabajadora. El Estado neo franquista lo sabe
y se aferra a la mentira y a la manipulación, su arma favorita que le ha
proporcionado cuarenta años de presunta “legitimidad”.
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