(Reflexiones en torno a las energías de la LUCHA CLASES y de la BATALLA DE IDEAS)
Se habla poco sobre el concepto de la LUCHA DE CLASES
y sobre la CONCIENCIA DE CLASE de los
trabajadores y esto es así porque al Sistema capitalista y a su ideología
dominante no le gusta para nada su divulgación , es más son conceptos que
procura enterrarlos en el cementerio de las ideas porque en este concepto están las
claves que explican la historia y el
devenir de la humanidad, pues tal como
nos decía Carlos Marx ; la lucha de Clases es el “Motor de la Historia”, pues la historia de la humanidad, la pasada la actual y
la futura, ha sido y será consecuencia del enfrentamiento de intereses entre
energías de clases sociales opuestas, que representaran
lo caduco y lo nuevo, lo conservador y lo progresista. Energías
antagónicas y contradictorias en lucha constante y permanente
hasta que se da la transformación
Luchas diferenciadas en formas y contenidos pero que siempre cargan contenidos de energías
enfrentadas de dominación y de
dominados. Y es comprensible que la burguesía, en la actualidad, como clase
social dominante sobre la clase trabajadora, pretenda ocultar esta
evidencia pues cuestionaría su legitimidad
social basada en el dominio de una clase sobre otra.
La
clase trabajadora debe entender este concepto como la explicación de su naturaleza de clases
social, diferenciada absolutamente de la clase burguesa o capitalista por el papel que ocupan ambos en las relaciones de producción. Los trabajadores , asalariados ,son meros vendedores de su fuerza de trabajo, como
si fuese una mercancía mas, y la burguesía, que se arroga la propiedad de estos medios, los administra a su criterio beneficiándose
de la producción de mercancías a
cambio de una pequeño salario que retribuye a los trabajadores. La burguesía absorbe el máximo de las ganancias producidas
en el sistema productivo sin aportar absolutamente nada más que su propia gestión y apropiándose del capital generado y de las
mercancías. Al trabajador no se le confiere propiedad de ningún género, ni
siquiera la de su fuerza de trabajo que es una mercancía más alquilada por un
salario. Y así el fruto de su trabajo, que es el que genera el capital, será
siempre propiedad del patrón burgués.
No deja de ser ridícula explicación de que es
el capitalista el propietario del capital, diciendo que es el quien aporta el
capital para el sistema productivo y eso le confiere derechos de dominio , pero esto es una falacia puesto
que el capital , ya en origen y en el proceso
productivo viene siendo generado desde generaciones atrás, y siempre por la fuerza de trabajo
aportada por los trabajadore/as, puesto que el capital es el resultado de la
plusvalía acumulada en la producción tras restarle los salarios y demás gastos
de gestión. Es pues la clase trabajadora la que lo ha generado en todos y cada uno de los procesos productivos y por tanto es la justa propietaria de todo capital y debe asumir por tanto su propiedad colectiva , lo contrario se trataría de un vulgar robo legalizado. Estamos ,pues ,en tiempos de socializar estos medios de
producción, son tiempos del socialismo.
Esto debería ser así, tal y como sería
considerado en un Estado
Socialista, pero la burguesía tiene el
poder político en sus manos y es la que dicta las leyes y marca las normas y las relaciones de producción, dictando
como ley inamovible el robo descarado de la plusvalía a manos de las clases
dominantes. Y es importante
recalcar y clarificar el papel histórico
encomendado a la clase trabajadora que no
solo va representar el papel de ser el propio actor de la transformación social y política sino
que es la clase mayoritaria y destinatario de esos actos. El sujeto
de la revolución y también el protagonista
principal de la revolución transformadora.
Sera, en su momento, la clase dirigente que ira a desplazar a la clase burguesa en la lideranza del Estado y de
su control político. Y por esta causa
también es importante para los trabajadores re descubrir su naturaleza de clase,
adormecida intencionadamente por el Sistema, porque no solo se va encontrar a si misma sino que
esta conciencia de clase va ser su mejor y más potente arma de lucha para liberarse de la opresión y explotación
capitalista, arma que le proveerá de la fuerza y la determinación para la
victoria.
La burguesía en las rienda del estado burgués
, no solo dicta las leyes que le benefician como clases social en cuestiones
relativas a la propiedad de los medios
de producción sino que esta casta de especuladores , hoy transmutados al
neoliberalismo mas abyecto, cegados por su propia avaricia han hecho que se les
rompa el saco del Sistema capitalista, y en consecuencia están sumiendo al
mundo por ellos controlado, en un abismo sin fondo de crisis, desastres
económicos y sociales sin previsión de acabar y que parece, a falta de
argumentos para enmendar la crisis, que
está recurriendo como salida extrema a
provocar guerras, hambrunas y a la
propia destrucción del ecosistema del planeta.
Pero volvamos
a la clase trabajadora y a su conciencia de clase,a los resortes que hacen que se de el gran paso de la toma CONCIENCIA de sí misma como clase
social que le dará sentido a su
existencia y a su futuro. Conciencia que es el arma más poderosa que los
trabajadores poseen como un inmenso potencial dormido Pero es un potencial en bruto, que necesita
ser activado y pulido. Como aquel
boxeador que dispone potencialmente de los recursos adormecidos de un campeón; fuerza, reflejos, resistencia
etc. pero que necesita ser preparado y activado
en el campo de batalla de las calles,
fabricas universidades, barrios etc., curtirse en batallas, en las movilizaciones constante e interminables
tomando las calles como plataforma de lucha etc. Las calles son la escuela y el taller de la revolución
transformadora, la lucha en las barricadas codo a codo con los compañeros
creando lazos de solidaridad y complicidad de ahí sugieran los dirigentes
políticos en los que el pueblo confiara totalmente, los lideres para nada parecidos a los politicastros falsarios y oportunista.
Los factores que
conforman esa conciencia de clase son; las condiciones objetivas de su situación
de explotados, dominados y reprimidos,
la solidaridad, la unidad, y la
integridad de clase social. Pero sobre todo
su formación política basada en
el conocimiento que se torna en la toma de conciencia. Y estos factores, en su comienzo son energías
que se generan a nivel individual, a veces son también comportamientos individuales y conscientes que se dan
entre las masas, entre
aquellos hombres y mujeres más conscientes y a veces de forma espontánea, en unos más que en otros.
Pero estos comportamientos individuales, en sí mismo, sin una cobertura
organizativa y de masas fortalecidos por
la unidad, son inoperantes e inofensivas para el Sistema, son energías
desperdiciadas.
Se puede
descubrir en medio de la batalla que solos, individualmente, contra el poderoso
Sistema, no somos nada apenas individuos aislados que serán machacados por los
lacayos de este. Pero cincuenta, quinientos, cinco mil, quinientos mil…
voluntades unidas por un mismo fin, en la misma organización, y en la misma batalla
con los mismos objetivos coordinados y contra un mismo enemigo perfectamente identificado, su poder es
impresionante y demoledor, además de que
genera poder y respeto amedrantando al enemigo se autoalimenta y se regenera en
sí mismo incluso creando lideres apreciados
y confiables, creciendo más y más.
Y
aquí estamos ya hablando de la importancia de los
comportamientos colectivos, que serán la unión de muchos de esas energías individuales
en una causa común, y que a su vez generara otras energías aún mucho
mayores, ya no se tratar de un simple aumento cuantitativo, el de la simple suma de
individuos, pues la suma de estos
combatientes, conscientes y concienciados, con toda esa energía acumulada y
condensada va generar un cambio cualitativo entre las masas. Es aquí donde se
produce una especie eclosión revolucionaria,
donde las masas toman plena conciencia de su ser y de su poder como clase social, descubren el poder
de sentir la CONCIENCIA DE CLASE como energía vital en su sangre, como una
poderosa arma que les llena de moral y motivación pues ya han tomado
consciencia del poder que supone la unidad de las masas, unidos por la solidaridad y la identidad. Plenamente
fusionados con los compañeros que sufren
los mismos problemas, que tienen los mismos anhelos, unidos por una
llama interna que hace sentirse integro, en la plenitud de una lucha
justa y noble que genera energías les hace sentirse invencibles y poderosos.
Pero para
llegar a esta eclosión de masas es preciso primero incidir individualmente,
porque el Sistema se ha ocupado durante décadas de aislar a cada individuo de
los demás, haciéndolo un ser egoísta y
desentendido del mundo exterior, desestructurándolos de su medio natural la
clase trabajadora, llenándole de valores
individuales e insolidarios. El Poder conoce estos mecanismos que hacen que las
masas tomen conciencia de clase y activa sus propios mecanismos para neutralizarlos y hacer que esto
no ocurra para que no se consoliden. Las técnicas del “palo y la zanahoria”
ofreciendo por un lado la utópica salida del “triunfador “individual que le dicen que
proporciona el Sistema, y por otro la represión y el terror al que protesta.
Y ante eso
que debe hacer la llamada vanguardia,
los militantes revolucionaros concienciados
y organizados en pequeñas agrupaciones embrionarias que serán los dinamizadores
y orientadores de las luchas, a quien se le supone ya preparados cualificados y
experimentados en las cosas básicas de la POLITICA, con mayúsculas y en la
lucha en las calles. Se les supone que conoce los conceptos y valores de la lucha
de clases y de la naturaleza del Estado como forma de dominación clasista que será
la voz autorizada para las enseñanzas necesarias para los principiantes noveles.
El papel de esa vanguardia podríamos decir que se asemejan a ser
los conductores y orientadores
de las masas en el propio campo de
batalla, la fabrica la universidad la calle el barrio etc. siempre explicando y
aconsejando sobre el terreno experimentados y preparados en la logística de la luchas
callejeras en asambleas en los barrios,
dando siempre la cara organizando dinamizando
y coordinando y mostrándose como referencia y como ejemplo de
lucha ante las comunidades. Necesitamos de aquellos luchadores que citaba el poeta
y revolucionario Bertolt Brecht.
“Hay hombres que luchan un día y son buenos.
Hay otros que luchan
un año y son mejores.
Hay quienes luchan
muchos años, y son muy buenos.
Pero los hay que
luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.”(1)
Porque para trasmitir y “convencer”
estas ideas y conceptos revolucionarios totalmente descolocados de la ideología
oficial que domina el Sistema capitalista, es necesario un gran conocimiento de su naturaleza y de su
íntima composición, para poder explicar con claridad todas sus propiedades a los nuevos combatientes y a los que hartos de la apatía desean luchar. La
vanguardia se supone que ya conoce todas estas propiedades ocultas por el Sistema y estarán
preparados para poder trasmitirlas a las
bases, es esa su misión, enseñar orientar y encaminar.
Trabajo arduo, si tenemos en
cuenta, el lavado de cerebro cotidiano
que se hace y que el poder mediático
continuara haciendo a lo largo del proceso revolucionario. Pero la vanguardia
tiene un factor a su favor, y son los factores objetivos de opresión represión
y explotación. Y así al hambriento, al
desahuciado, y al desempleado, no precisa explicarle la realidad de su
situación, pero si le puede explicar las causas de su situación, por causa de
que y de quienes provienen los males,
quien es
el culpable que provoca sus desgracias, y sobre todo el método y el remedio para todo ello, y con seguridad
que va ser muy receptivo en sus detalles.
Y así, vista la situación concreta en que
nuestras sociedades se encuentran me parece primordial encarar este problema de la confusión de conceptos de una
forma radical. Ir directamente a terminologías radicales que no se presten a
confusión. Aparquemos los términos “derecha” e “izquierda” al menos en su significado semántico
generalizado ,para emplear otros más
acorde con la situación y circunstancias actuales, más directos y
concretos Los términos” Izquierda “y
“Derecha “debemos considerarlos obsoletos, corrompidos y desnaturalizados, y propensos
a la confusión. La terminología para definir los campos y la frontera de la lucha de clases deben de ser más
concretos y definitorios , Tal y como lo
afirma la dirección del KKE griego ( Partido Comunista Griego) los términos de “derecha” “ izquierda” y
“centro” no corresponden ya a una
realidad conceptual concreta de cada
país, porque han sido devaluados y manipulados ante la opinión pública y esta puede ser objeto de confusión.
Debemos
definir a las fuerzas en litigio con una terminología rigurosa que no dé lugar
a ambigüedades y confusión. Y la formula, tal y como el KKE lo hace,
puede ser definiendo a las partes enfrentadas
en la lucha de clases como; anti capitalistas y pro capitalistas, que es lo mismo que, rupturistas
con el Estado burgués establecido y
vinculados con este Estado. Anti sistema
y pro sistema, las definiciones deberían ser, radicales sin términos
medios. Y es lo que está pidiendo la coyuntura en la que estamos inmersos, Ir
directos al corazón del Sistema.
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