“ ¿La mierda
a Sestao?! Pues no!
Ya me
encargo yo de que se vayan;
A base de hostias,
claro.
No voy a
prohibir
Que venga
gente extranjera (….)
Pero la
gente que no quiere nadie,
Que no venga
a Sestao. Gitanos buenos
Josu Bergara
Estas son las palabras que pronunció el alcalde de Sestao en
una reunión de trabajo y que fueron
grabadas sin su conocimiento Y que tras ser hechas públicas abrieron el revuelo
mediático y fueron significativas las
palabras del presidente de EBB del PNV Andoni Ortuzar, en plena campaña
electoral a las europeas. Se refirió a
los exabruptos xenófobos de Josu Bergara, tildándolas de “Un error grave que no se debería haber
producido” e “impropio un
partido abierto y plural como el PNV”. Quedado de manifiesto que para el
partido PNV, el hecho mismo de ser racista y xenófobo, y comportarse un cargo público
como tal, no es lo más negativo del
hecho. Lo negativo, para el jelkide del PNV, es el hecho de haberlo manifestarlo
en público y haber propiciado llegase al conocimiento público, Porque de
haberlo considerado “impropio” de la dignidad de un
alcalde le hubiesen obligado a dimitir al instante.
Pero el
transfondo de este asunto es aún mucho más grave, pues esconde una
intencionalidad sibilina de promoción
exaltación y aprovechamiento electoral de la xenofobia. Y esto último se
puede apreciar, tras dejar atrás el tenue pedido de “disculpas” pronunciadas
por el alcalde, obligado por las circunstancias, y el comunicado oficial del
partido llamando simplemente “desafortunadas” a los exabruptos del alcalde Bergara, para que al final ,pretender que
“aquí no ha pasado nada” y lanzar a la vez, hacia la calle el sinuoso mensaje
de que su alcalde ha actuado en el camino correcto ,por medio del
populista recurso de buscar la complicidad y la empatía con esos sectores
xenófobos y racistas de nuestra sociedad ,infelizmente abundantes, para
atraerlos a sus urnas.
Este
hecho, que pueda parecer banal ,es gravísimo para el concepto de lo que debería
ser un cargo público, que no olvidemos esta no solo al servicio del pueblo sino
que es este el que les paga por sus
servicios y espera que estos sean en su favor, y que ha de ser siempre
respetuoso con este y con las leyes ( Bergara, se vanagloria con despotismo y
agresividad de vulnerarlas ) y también está obligado a dar ejemplo ente la
sociedad con su compostura y respeto a esta legalidad, y sobre todo con
aquellos sectores sociales más desfavorecidos y hasta perseguidos.
Pues un cargo público como es la alcaldía
significa, ser, además de actuar para y por los intereses de su pueblo, también el que debe representar la
viva imagen social y moral de sus
moradores, dar ejemplo de dignidad, de saber estar, de honradez, y de
honorabilidad. Qué imagen daría un alcalde ante su pueblo (es un ejemplo imaginario,
no aplicable en este caso) si andaría borracho por las tabernas.
Lógicamente sería fatal, tendría que
cargar con el apodo de “el pueblo de los borrachos.
El Sr. Bergara, al haber defraudado a su
pueblo de sus obligaciones, debería haber dimitido. Y por partida doble, por los hechos en sí de
haber agraviado a personas físicas concretas a través de sus funciones y
también al hecho de haber
defraudado la imagen de dignidad y
honorabilidad de propio pueblo, con la mancha de la xenofobia, que queramos o
no, que ha quedado representada con su actitud de continuar como alcalde de Sestao.
Y su
partido el PNV, a quien también representa con su figura de alcalde, también está
implicado en el conflicto, pues este
partido al no haberle obligado a la dimisión, se hace responsable, por
hecho y derecho, de lo que el alcalde hace y deja de hacer, es decir no dimitir
.Y esto es así porque esta decisión es asumida, y parece que recomendada, por
los jelkides bien conocedores de la situación
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