¿Consenso nacional para la independencia?
Como siempre , Urkullu, sigue
haciendo gala de sus más notables dotes en el arte de “marear la perdiz” Esta
vez nos habla de una consulta para un
“nuevo Status para la CAV” que sería en año 2014 , pero matiza «es algo que no solo compete» a esta
formación, sino que «depende» del consenso de los grupos parlamentarios»
También nos habla de su apuesta por una «Euskadi como nación europea» que
cambiaria «a futuro, con otra
configuración jurídico-administrativa de la UE». Nos dice también que «lo
primero es que se nos reconozca como nación en reconocimiento de los derechos
históricos amparados por la propia Constitución española
Seguramente sus votantes de batzoki estarán
felices de tener un lendakari tan habilidoso en hablar solo para no decir nada.
O quizás será que para hablar con esta firmeza será que ya esta encarrilada
alguna estrategia y hoja de ruta. Quizás es posible que en algunos batzoki
estén ya circulando la información de
algo parecido a ese nuevo “Status “explicando que cosa es esa apuesta por
“Euskadi” como nación europea «a futuro, con otra configuración
jurídico-administrativa de la UE», ¿Un nuevo miembro sin ser Estado? y que «lo
primero es que se nos reconozca como nación en reconocimiento de los derechos
históricos amparados por la propia Constitución española» ¿Se estará refiriendo
a la UE o al Estado español? Será que el problema es que el Estado no nos
reconoce nuestros derechos históricos? , ¿Sera que nos propone cambiar la
Constitución española? Tenemos pocos problemas en casa como para que nos
preocupemos ahora en arreglar la Constitución de los españoles, Sera que mi manía de
criticar por criticar a los jeltzales no
me deja ver que en los batzokis, no solo se juega al mus, se pone a parir a la
izquierda abertzale y se atiborran de potes, Parece que también se trabaja
preocupados por el futuro de una CAV, y seguro que están funcionando los grupos
de estudio para aportar ideas en ese
proyecto de la “Nueva Euskadi sin
Navarra” Y sería bueno que nos explicasen a los demás de que se trata. O quién
sabe, quizás es un secreto que hay que
mantenerlo en la clandestinidad.
Pero lo más llamativo de
toda esa exhibición de retorica patriotera es esa afirmación de que el nuevo estatus de la CAV «se mantiene
como deseo del PNV y del lehendakari ».
«Depende, por lo tanto, de la posición de otros grupos parlamentarios», «que se
respete también lo que en Euskadi vayamos debatiendo en orden a esos derechos
históricos que están reconocidos en la propia Constitución española». Total,
parecía que nos hablaba de preparar equipaje para un importante viaje nacional,
pero resulta que solo nos está proponiendo ir
hasta la delegación del Gobierno de España, hasta ahí a la esquina, a convencerles que tenemos “derechos históricos”
reconocidos por la ley (española, claro)
Quizás el material que estén estudiando en los batzokis sea la
Constitución española, donde aparecen «esos derechos históricos que están reconocidos en la propia Constitución
española».
El Sr. Urkullu también nos
quiere decir ahora, en un brote de
curiosa “originalidad” política, que son “nacionalistas” si, pero…para ser
consecuentes con su patria debe haber “consenso”, es decir debe haber un
acuerdo con aquellos partidos que precisamente su razón de ser es la de negar
los derechos nacionales a Euskal Herria, PP PSOE y UPyD.
Lo suyo, nos dice, es pues un
nacionalismo condicionado a la voluntad de quienes lo niegan su aplicación en
Euskal Herria. Si, por un milagro, el imperialismo de Madrid y París deciden
aplicarnos el derecho a decidir a los vascos sobre el tema de la soberanía, el
PNV, estaría encantado de sumarse al carro, es lo que nos quieren colar. Pero
mientras tanto, el PNV no va mover un pelo en su actividad política para forzar
o cambiar la actitud totalitaria de
estos partidos que nos niega cerrilmente
nuestros derechos nacionales. La cuestión de nuestra liberación nacional, se trata
pues de un tema de consenso. Es así como nos dice el “nacionalista”
Urkullu, no sabemos si con ganas de
cachondeo o simplemente por un acto de desaire por un asunto que considera
banal y molesto a sus intereses. Esta actitud, una más, nos muestra su nulo
interés por la cuestión nacional vasca.
En realidad su actitud política está más cerca
del bando nacional español que de todo lo que sea soberanía vasca, pero, claro, no lo puede
manifestar abiertamente a sus bases de votantes por razones obvias. Porque su “nuevo Status para la CAV” lo único que pretende es afianzar aun mas la “España de las autonomías” quizás conseguir
algunas migajas mas en ese bodrio de sumisión a Madrid, pero pretende, sobre
todo y a contra corriente del pueblo, alejar a este de la marea soberanista que
está cuajando en el corazón de los vascos.
Y hablando del consenso. Imaginemos esta
original interpretación del método a desarrollar por los patriotas lo largo de la geografía mundial aplicado a
sus luchas de liberación nacional. ¿Cuantos naciones habrían conseguido la
independencia a través del “consenso” entre los colonizares y los colonizados? ¿Entre
los que arrebatan la soberanía y los desposeídos de esta? Parece que las luchas
como arma de presión no han sido históricamente el método necesario y exclusivo
para ello. Al menos, según la ciega y
sesgada explicación de la realidad
política a la que nuestro Lendakari ya nos tiene acostumbrados. Vista su nula
capacidad de explicar la realidad hizo bien en encaminar sus estudios de
magisterio a la de político de derechas donde el rigor en sus planteamientos
suele brillar por su ausencia.
Y hablar de lucha no es hablar en
exclusividad de lucha armada, hay muchas formas de luchar en el terreno de la política, todo depende de
las circunstancias concretas de cada país
y en nuestra tierra la fase armada está ya superada, fundamentalmente porque a
los poderes del Estado les interesa esta
modalidad de lucha, y esto es así porque es estéril e insignificante para sus
posiciones militares y además y sobre todo porque le serviría como disculpa
para sus políticas de excepción y recortes en derechos políticos y ciudadanos, ilegalizaciones , leyes
especiales represivas, inconcebibles en un escenarios de paz, etc. Y lo están
demostrando día a día tras el alto el fuego de ETA y su unilateral y rotunda
voluntad de callar las armas belicas, como paso para crear un escenario donde
el dialogo democrático entre las partes
enfrentadas, sea la forma de solucionar el conflicto.
Por causa de la propia naturaleza,
heredada del franquismo, el Estado ha sido
incapaz de asimilar este nuevo
escenario de paz y dialogo que ETA y agentes político-sociales vascos le han ofrecido,
y se niega a reconocerlo, porque tendría que tomar actitudes democráticas
aceptando resoluciones y métodos donde dar la palabra al pueblo y el
reconocimiento político de la autoridad de las mayorías, habría que aceptarlo
con espíritu democrático. Espíritu que
estos herederos de Franco lo desconocen profundamente acostumbrados a la
dialéctica de su “razón de la fuerza”. Por eso prefieren un escenario de
conflicto con una ETA “viva” aunque sea
mediática y artificialmente. El caso es tener el tema del “conflicto vasco”
todos los días en portada, dar la sensación de guerra y enfrentamiento. Utilizan
en esta farsa a sus actores preferidos, las Asociaciones de Víctimas,
escenificando un “dolor infinito” y “una injusticia infinita” ante tanto “desagravio infinito” (que solo
es puro montaje mediático) porque ETA,
nos dicen, sigue dando muestras de su “maldad” y de su “impunidad” como que se
dedica, incluso desde las cárceles, a hacer daño a las “victimas” y a los españoles de bien,
aunque sea virtualmente. Tal es su ruido mediático en el tema, que es
inconcebible el grado de locura y de histerismo a que están llegando con el
tema. Con la única finalidad de crear crispación, odio, y reacciones adversas
al dialogo y a la paz entre aquellos sectores ultras de su
rebaño. Despertando sus instintos más primarios de los que el fascismo se suele
nutrir. A toda costa necesitan este escenario de crispación para mantener la
“Guerra permanente” como disculpa para no encarar democráticamente la
resolución del Conflicto con las vascos.
Y en cuanto a consensos entre
partidos, Sr.Urkullu, el consenso es ciertamente un acto de democracia que tendremos que hacerlo en su momento, y lo será
en lo relativo a las opciones políticas a aplicar en un futuro Estado vasco
independiente y democrático. Pero aun no
estamos en esa situación de libertad que nos proporcionaría un Estado propio,
nuestra situación política está condicionada y sometida a poderes totalitarios ajenos que nos niegan
las necesarias cotas de libertad para que tengamos nuestro propio consenso
nacional en temas resolutivos
La libertad y la soberanía de
los pueblos no es un derecho a consensuar entre la parte que niega este derecho y su víctima, esto es inviable.
El derecho a la autodeterminación es un derecho inalienable que
desgraciadamente hay que conquistarlo. Conquistarlo Sr. Urkullu, todos los días
y en todos los frentes, y a todas horas, no con palabrería vacía y demagoga,
con hechos que en su partido no se ven por ninguna parte. De hecho es lo que viene haciendo desde la
“transición”. Hablar, prometer, sacar pecho “nacionalista” pero colaborar
intensamente con los que nos niegan nuestra identidad nacional.
El hecho de que estemos sometidos
y privados de nuestras libertades nacionales es porque somos militarmente más
débiles que nuestros enemigos. Somos más débiles en razones militares de fuerza, en esa cuestión
el Estado español rebosa de fuerza, pero somos más fuertes en razones, en
argumentos para apoyarnos en nuestras demandas. El dominio de fuerte al más
débil es un hecho universal, fruto de la codicia de los poderosos. Sus razones
suelen ser “la razón de la fuerza”. Es absurdo pensar que el “consenso” puede ser la solución para
terminar un problema de dominación. El
conocimiento de estos principios son básicos en todo aquel patriota que se preste, que, naturalmente no es el
caso de los farsantes que se hacen pasar por nacionalistas,
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